La interpretación consecutiva es un tipo de interpretación en el que el orador hace una pausa y el intérprete escucha lo que dice antes de repetirlo. La interpretación concurrente requiere que el orador haga una pausa o descanso después de hablar para que el intérprete pueda proporcionar la traducción, a diferencia de la interpretación simultánea, en la que el intérprete proporciona la traducción en tiempo real mientras el orador habla.
El procedimiento general para la interpretación consecutiva es el siguiente:
1: El orador habla: El orador comparte una sección de su mensaje, que normalmente es un párrafo o unas pocas frases.
2: El intérprete escucha: El intérprete presta mucha atención a las palabras e intenciones del orador mientras toma notas sobre el material.
3: El intérprete traduce: Generalmente durante la pausa, el intérprete proporciona la traducción en el idioma de destino una vez que el hablante ha completado su parte.
4: Repetir el proceso: El orador hace una pausa una vez más para permitir que el intérprete traduzca la sección siguiente y el ciclo continúa.
Características importantes: Toma de notas: Para facilitar la memorización de las sutilezas y el contenido del discurso, los intérpretes consecutivos suelen emplear la técnica de toma de notas. Precisión: El intérprete debe asegurarse de que el mensaje se comunique con claridad y precisión, lo que exige un alto nivel de memoria y atención al detalle. Contexto: Para adaptar el mensaje al público objetivo, manteniendo el significado original, el intérprete también debe tener en cuenta las particularidades culturales y contextuales.
En reuniones pequeñas, juicios, consultas médicas y otras situaciones en las que no se requiere una traducción rápida en tiempo real, se suele emplear esta técnica. En comparación con la interpretación simultánea, permite una traducción más precisa y precisa.